Fecha: 03 - 10 de octubre 2017

Texto de la muestra por Isidoro Silva J.: Ya estamos familiarizados con la multiplicidad de personajes que pueblan los cuadros de Sebastián. Volantineros, juglares medievales, cargadores de la vega,gitanos, organilleros, niños, perros, oficinistas,psicóticos ,todos envueltos en una trama inquietante.

En esta muestra tampoco es la excepción, en donde muchos de sus personajes se presentan bajo un patrón azulado que nos remiten a la alfarería hispano-morisca.  

¿De qué época, de qué continente, qué oficio tienen esa pareja de mozalbetes entristecidos? ¿Son niños, son hombres, son seres ficticios? ¿Qué personajes son los que se ocultan detrás de los trazos meticulosos y obsesivos de estos cuadros?

La pregunta admite mil respuestas. Todo nos conecta con los rostros. Ahí está la clave. Los rostros, las caras, las miradas, las obsesiones, las manías, los miedos. En estos cuadros adivinamos que el hombre, a través de toda la eternidad, siempre es el mismo, en sus miserias y en sus grandezas. Lo mismo padecen el caballero encorbatado; como el borracho de la feria; lo mismo celebran en la edad medieval, como en la vega de Santiago.

Sebastián es un observador de esas pasiones humanas. Lo advierte con sólo ver caminar a un hombre en la plaza. Basta con adentrarse en sus miradas. Esta clarividencia explica en parte la multiplicidad de personajes y diversidad de colores.

Pasarán los años, pasarán los cuadros y siempre quedaremos un poco inquietos con estos personajes de Sebastián, pues siempre nos veremos representados en estas fiestas o tragedias, en el regocijo o en la tristeza. Esa es la tarea del artista, sobre todo en estos días en donde todo está resuelto por la información y la tecnología.

No nos consueles Sebastián, sigue inquietándonos con tus obsesiones y desvaríos.

 Sevilla, 30 de septiembre de 2017.